Yo, Mari Carmen, vivo en Pernús un pueblo pequeño que tiene cuatro barrios: Conlledo, Beldredo, Pernús y La Vega.
Antes había mucha gente; hoy día muy poco y muy mayores. Todos vivíamos de la ganadería. También había una familia que les llamaban "los cesteros". Eran unos artesanos muy buenos que compaginaban el ganado y el hacer cestos. Otros emigraban a la Argentina o a otras partes en busca de un futuro mejor.
Hoy día sólo queda una ganadería de leche. Hay otras de carne, hay casa de aldea y hotel. El problema de los pueblos es que la juventud se marcha a la ciudad.
Tambien hay una granja escuela: "Conlléu".
En los pueblos teníamos escuelas, la de niños y la de niñas. La profesora, que estuvo muchos años en Pernús, se llama Josefina. A mi me tocó con ella. Aún vive, y vino con unos tíos sacerdotes. El patrono de Pernús es San Pedro. pero se celebra la virgen del Rosario.
Foto hecha en el barrial,al final de un día de hierba |
En la huerta de casa, con el carro, les vaques y las ovejas, que antes se tenían para el aprovechar la lana para los colchones. |
Aquí en la cabaña de Fariu. En el medio estoy yo. Los que llevan las "forquiyas", son mis hermanos mayores; los de atrás los segadores. |
Aquí las jóvenes de Pernús. |
Mari Carmen
Rafael (Falo) |
Cierto es... Mari Carmen. Uno de los cesteros que mencionas era mi suegro Rafael, (Falo) "el cesteru de Bucial". Asi era conocido; hijo, nieto y hermano de cesteros, esta saga desciende de Peñamellera Baja, del Pueblo de Mier de Acá, de dónde era natural, su padre Francisco. Éste llegó al concejo de Colunga como tantos otros, de pueblo en pueblo, buscando un futuro mejor, aportando lo que sabían. Según la demanda de trabajo, eran los días de estancia. Los vecinos necesitaban cestos, o que les remendasen alguno estropeado, le proporcionaban los palos al cesteru; éste cobraba sólo el trabajo. Francisco, en Beldréu, conoció a Pilar. Se casaron y tuvieron seis hijos: una niña y cinco niños. Uno de éstos, sólo llegó a la edad ocho o nueve años. Falleció en un fatal accidente en el pueblo: estaba un carru cargáu de madera, no estaba bien que conteau o frenau y cayó sobre el crío.
César y Falo, fueron los que compaginaron el trabajo del campo, con el de hacer cestos. Javier se dedicó más a fondo a la ganadería. José María trabajaba en la mina de Piepotru, dónde falleció a la edad de 42 años debido aun accidente laboral, (un derrabe mineral de Espatoflúor). A esta familia la desgracia les persiguió constantemente. Anita es la que sobrevivió a todos. Tiene 91 años y es una mujer trabajadora con gran habilidad para las labores: tejer a ganchillo, punto de cruz, etc. Es simpática, con muy buen carácter y optimista.
Antes en las aldeas, los cestos se usaban para recoger todo tipo de cosecha; los había de varias medidas y formas: de galipu, de a copin, faxineros o (carreteros), de oricial, las saresas para el pan, les macones, etc.
Recuerdo ver a Falo ir escoger y cortar la madera de avellano. No todo el avellano valía. Después amagúestar los palos, para poder abrirlos a la mitad ir sacando las láminas. Éstas tenían el mismo grosor. Luego, raserales (pulirlas) y una vez hecho todo ésto, se empezaba a tejer dando la forma al cestu. Para todo esto se necesita fuerza y buen pulso en las manos, gustar, y tener un buen dote de paciencia. Quedan pocos cesteros. Ahora se hacen por entretenimiento. Paco, mi cuñado, los empezó a hacer una vez jubilado. Es el único de de toda la familia que sigue la saga familiar.
Recuerdo ver a Falo ir escoger y cortar la madera de avellano. No todo el avellano valía. Después amagúestar los palos, para poder abrirlos a la mitad ir sacando las láminas. Éstas tenían el mismo grosor. Luego, raserales (pulirlas) y una vez hecho todo ésto, se empezaba a tejer dando la forma al cestu. Para todo esto se necesita fuerza y buen pulso en las manos, gustar, y tener un buen dote de paciencia. Quedan pocos cesteros. Ahora se hacen por entretenimiento. Paco, mi cuñado, los empezó a hacer una vez jubilado. Es el único de de toda la familia que sigue la saga familiar.
Vaya para todos los cesteros mi respeto y cariño. Sobre todo a los desaparecidos, y sus familias y en especial, a mi suegro Rafael (Falo).
Maruja
Qué bonito Mari Carmen. Me gusta mucho. Las fotos, están muy biendo y rememoran, épocas pasadas. Hay una en particular, que me ha llamado mucho la atención; es la que estás tú en el centro. Para mi Gusto, es una foto preciosa y muy bien hecha.
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