¡¡Hola!!
quiero presentarme para que, quien no me conozca, lo haga y lleve una buena impresión de mi.
Me encuentro en el seno de una familia con mucho abolengo. Formo parte de la historia de mi país.
Tengo el honor de presumir, que hubo hombres y mujeres, que supieron llegar a tierras muy lejanas y tras muchas penurias. Algunos volvieron. Otros hicieron familia y allí se quedaron, pero siempre añorando sus raíces y la tierra que les vio nacer.
Los que retornaron, donaron parte de su fortuna, en hacer escuelas para niños y niñas, casa para el médico y para los vecinos, en las que actualmente viven algunos de ellos.
Cuento con una asociación vecinal fundada a principios de 1900, que lleva mi nombre; eso me enorgullece.
Creo que voy a desvelar ya mi nombre, muchos estaréis deseando saberlo...
Me llamo Lliberdón en bable (idioma asturiano) nuestra lengua. En Castellano se dice y se lee Libardón.
Me encuentro situada en un precioso valle rodeada de montes y montañas, en la falda de una sierra, llamada El Sueve. Por ella sale el sol y hasta que éste llega al ocaso me baña todo el día. Por mis laderas bajan pequeños arroyos que van juntándose poco a poco, aumentando su caudal, el río se llama como yo, río Libardón. Mansamente llega hasta el mar donde unen sus aguas en la playa de La Griega en Colunga.
Soy muy coqueta y me gusta que me contemplen y fotografíen, y todo el que viene a visitarme, se va encantado.
Con la niebla cubriéndome, me ven como en un cuento de hadas. Cuando cae la lluvia, me baña dulcemente y si sale el arco iris, luzco radiante. Cuando la nieve cae mansamente sobre mi y me cubre, me ven y me veo, hermosa.
Hace muchos años, sobre mi tierra, se ubicó un monasterio y los datos que de él había, tuvieron mucha importancia; es el segundo en antigüedad registrado en España.
En mi seno, también se ha trabajado en la mina, sacando carbón con el sudor de los mineros, hijos de mi tierra, nacidos casi todos en esta misma aldea.
Los agricultores y ganaderos, han conseguido que mi nombre sea conocido por todo Asturias, llevado de feria en feria, sus animales y productos naturales de la huerta.
No puedo olvidar decir que que en mi tierra se produce las mejores manzanas y con el sudor y trabajo de sus gentes, recogen y llevándolas al llagar, consiguen sacar el rico mosto que con el reposo del invierno, se convierte en la mejor sidra del mundo.
En otra ocasión seguiré desarrollando historias de todo esto que os he contado.
Espero volver a veros para seguir con esta narración.
Mary Carmen San Cristóbal
El Peñéu